Los teléfonos móviles se han convertido en objetos cotidianos y de vital importancia en nuestras vidas. Se que suena muy atrevido decir que son vitales, pero como no lo van a ser si estamos a expensas de esa llamada súper importante que nos hace dejar eso que hacíamos súper importante… se que todos podríamos sobrevivir en una isla desierta sin móvil o sin las pinzas de depilar, lo se, pero este no es el tema. El tema es como una forma de vida puede hacernos cambiar eso que un día nos enseñaron, mejor o peor, y nos marcaron a fuego los valores personales están cambiando la comunicación social. Esta costumbre gramatical se viene dando en jóvenes de esta última década que por encima de sus valores morfosintácticos, premia el “billete verde”. Y esto tiene su lógica, pues si una compañía de telecomunicaciones (Telefónica, Vodafone, etc.) habla con una compañía de telefonía móvil (Nokia, Samsung, etc.), y llegan al siguiente acuerdo; Normal, están luchando por sus intereses. Bien, pues no...