Luces, sonido y... publicidad Cineastas españoles ruedan spots para subsistir y mejorar su técnica Isabel Coixet y David Trueba venden compresas; Julio Médem, electrodomésticos; Fernando León y Víctor Erice, coches. Forman parte de una larga nómina de cineastas que ruedan publicidad, tal como hicieron Gonzalo Suárez, José Luis Borau o Bigas Luna. Lo hacen como medio de subsistencia, pero también como campo de pruebas. Woody Allen ridiculizó la publicidad diciendo: “Si Dios existe, ¿sabrá que hay ocho tipos de aspirina?”, pero él también terminó por ceder a la tentación. Por quinientos millones de pesetas rodó a principios de los noventa cinco spots para la cadena de supermercados Coop. No es el único, claro. Numerosos cineastas como Scorsese (Armani), Lynch (Opium), Coppola (Fuji), Fellini (Banco di Roma) o Polanski (Vanity Fair), también han tenido sus escarceos como publicistas. Otros como Ridley Scott o David Fincher han nacido al cine a través de la publicidad. “Yo debo a la public...