Manifiesto.



Asesinos.

La mayoría lo somos.
Reiteramos una y otra vez. No queremos aprender.
Escribimos sin piedad.
Degollamos al diccionario y a su vez a los miembros de la Real Academia Española.
Derramamos gota a gota la sangre de nuestra pluma
extasiándonos por crear un mundo de palabras,
que pocas veces conseguimos redactar.
Pateamos, estrangulamos y desvirtuamos a la indefensa palabra.
Nuestra ignorancia deja presa nuestra mente,
y lo que es peor,
restringe la libertad de nuestras oraciones.
Somos asesinos en serie.
Y este es nuestro reformatorio.

Tienes pluma, para gente incorrecta.



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